Hola amig@s ya estamos en puertas de la semana santa, y aunque este año van a ser un poco diferentes debido al confinamiento por el covid-19, al menos mantengamos aquellas costumbres que nos lo hagan pasar más llevadero como son las tradicionales Torrijas.
Os dejo los dos tipos de torrijas que en mi familia siempre se han realizado en estas fechas, las tradicionales de leche, que en mi casa decían que eran par los pequeños y las de vino tinto que eran para los mayores, ya que su sabor es algo más fuerte, no tanto por el alcohol porque como bien sabéis una vez que se cocinan lo pierden.
INGREDIENTES:
TORRIJAS DE LECHE
- 1 barra de pan
- 300ml de leche
- 2 0 3 huevos
- 3 cucharadas de azúcar
- una rama de canela
- canela en polvo
- 500 ml. aceite de girasol
- corteza de un limón
Cortamos el pan en rebanadas de unos 2 cm, que pondremos a remojar en la leche fría que habremos calentado previamente con el azúcar, la rama de canela y la corteza de limón.
Batimos los huevos y rebozamos las rebanadas que previamente habremos escurrido, para evitar que nos salpique cuando las echemos en el aceite caliente.
Lo pondremos a escurrir en papel de cocina y lo servimos en el plato donde le espolvorearemos azúcar con canela en polvo
TORRIJAS DE VINO
INGREDIENTES
- 1 Barra de pan
- 2 vasos de vino tinto o moscatel
- 2 o 3 huevos
- 500 ml. aceite de girasol
- azucar y canela en polvo
En este caso pondremos el vino en un plato hondo donde mojaremos las rebanadas de pan sin que se empapen en exceso, después lo rebozamos en el huevo batido y las echamos a freír en abundante aceite caliente. Las sacamos del aceite, escurrimos y las volvemos a rebozar por segunda vez en el huevo batido volviéndolas a freír en el aceite.
Finalmente las ponemos en un plato para servir espolvoreadas con azúcar y canela en polvo
El resultado son unas torrijas deliciosas y de alto valor nutritivo, que por lo menos en mi casa no duran más de dos días, y a pesar de la fama que tienen de que son muy caloricas en realidad no lo son tanto.
Información nutricional | por ración | % CDO |
---|---|---|
Valor calórico |
73 kcal
307 kJ
| 3,7 % |
Grasas |
3,8 g
| 5,9 % |
Grasas saturadas |
0,9 g
| 3,9 % |
Grasas monoinsaturadas |
2,1 g
| 7,1 % |
Grasas poliinsaturadas |
0,6 g
| 3,7 % |
Carbohidratos |
8,9 g
| 3,3 % |
Azúcares |
2,1 g
| 4,3 % |
Proteínas |
1,3 g
| 1,8 % |
Fibra alimentaria |
0,3 g
| 0,1 % |
Colesterol |
0,0 mg
| 0,0 % |
Sodio |
< 0,1 g
| < 0,1 % |
Agua |
7,3 g
| 0,4 % |
Las primeras referencias históricas de la torrija se remontan al siglo XV; el arte de la cocina estaba en los conventos, allí las monjas durante los días de abstinencia, aprovechaban el pan duro, bañándolo en miel y leche.
Las torrijas también se han consumido en épocas en las que en las familias había problemas económicos, en las que se necesitaba un alimento completo y barato que, además, permitiera aprovechar ingredientes que habían sobrado en la cocina y no se podían permitir el lujo de desperdiciar.
De hecho, el mejor pan para elaborar las torrijas debe ser algo duro, de dos o tres días, para que, al mojarlo en leche, la rebanada no se deshaga. A veces se usaba algún sobrante de leche y se reutilizaba el aceite de freír. Para endulzar, bastaba un poco de azúcar, vino o incluso miel, que en ocasiones se mezclaba con agua para obtener una mayor cantidad de almíbar.
Actualmente, ese concepto está superado, y la torrija se ha convertido, sencillamente, en un dulce más, tradicionalmente elaborado en las fechas próximas a la Semana Santa y cuaresma aunque en muchos lugares se prepara durante todo el año y en lugar de torrijas les llaman Tostada francesa, como en México, Chile, Colombia, Ecuador...En Argentina y Uruguay les llaman Torreja y en EEUU french toast.
Pero seguro que en todos los lugares disfrutan de este dulce igual de sencillo como sabroso.
Hasta el próximo post y recordar ser felices.
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