Hola a tod@s, ¿Cómo estáis pasando el veranito, calor? pues aquí os traigo la solución más antigua que se conoce contra los sofocos del calor: El Abanico.
Se cree que ya en la prehistoria existía, en forma de grandes hojas que ademas de servir para ventilarse también ahuyentaba a los diferentes insectos.
Recorriendo un poco la historia del abanico en Egipto era considerado un símbolo de alta posición social y sobre todo de las personas con un gran poder, por lo que solo lo utilizaba el faraón y su familia.
En Japón era también muy importante su uso de tal modo que la mujer japonesa, se sentía desnuda sin su abanico.
Durante el Renacimiento, su uso se popularizó en toda Europa, la reina Isabel I de Inglaterra explicaba a sus doncellas: "Una reina sólo puede aceptar un regalo: el abanico" y durante la Edad Moderna Luis XIV de Francia y Catalina de Medicis eran unos grandes aficionados del abanico, su frase famosa: "No se concibe el cortejo ni el amor, sin su presencia"
La relación entre el amor y el uso del abanico ha generado incluso un lenguaje, que muchas mujeres durante la historia utilizaban cuando no podían expresarse abiertamente en una sociedad masculina
Tod@s tenemos en casa abanicos, que nos han llegado por diferentes caminos: detalles de comuniones, bodas, bautizos, reuniones de antiguos alumnos, festivales de fin de curso... y muchas veces se estropean las telas o bien no son nuestro estilo, o queremos lucirlo como accesorio con alguna ropa especial.
Este era mi caso, tenia unos abanicos que quería cambiar y aquí os voy a contar como lo realice. Para ello he utilizado sobre todo lentejuelas y puntillas además de telas, pero las posibilidades son infinitas, desde personalizarlos con vuestro nombre, pintarlos, usar plumas como hacían los Romanos.
El primero que cambie fue un abanico negro pequeño de bolsillo que era muy soso y buscaba que combinara como accesorio de un vestido ocre, así que decidí coser unas lentejuelas de ese color.
El siguiente abanico que paso por el reciclaje, fue un abanico de esos de publicidad que la tela era horrenda, pero las varillas estaban en buen estado a pesar de ser de plástico, entonces probé ha utilizar la técnica del patchwork y realizar con el molde del abanico de la abuela una nueva tela y decorarlo con una gran puntilla y cinta de raso blanco.
Quería que recordara un poco a esos abanicos de plumas de los años 20 con mucho movimiento, por eso le cosí la puntilla ancha al borde superior de la varilla (que en este caso es de espiga) para que al abrirlo quedara como un gran volante.
Quería que recordara un poco a esos abanicos de plumas de los años 20 con mucho movimiento, por eso le cosí la puntilla ancha al borde superior de la varilla (que en este caso es de espiga) para que al abrirlo quedara como un gran volante.
En la elaboración me encontré con algunas dificultades que os comento: la primera es que el dobladillo inferior también hay que coserlo antes de pegar en la varilla, al igual que la cinta de raso porque sino después las puntadas han de ser más anchas y se ven. Segundo es importante recortar bien los sobrantes de las costuras traseras antes de pegar, porque sino queda demasiado grueso a la hora de cerrar el abanico y no se ve bonito. El ultimo consejillo seria el pegamento, yo utilice silicona caliente en pistola, pero esto es mejor usarlo solo en la primera y ultima varilla que son más anchas, en el resto es mejor la silicona fría porque no queda tan gruesa.
Sino os queréis complicar mucho la vida, y tenéis que cambiar la tela del abanico, una idea seria despegar la tela que ya viene en el abanico, planchar y usar esa misma tela como plantilla en una nueva tela que os guste, por ejemplo de lino y después pegarlo a las varillas.
Si os gusta el mundo del abanico hay un museo sobre la historia del abanico en Aldaya, (pulsando sobre el enlace tenéis la dirección, horarios y la entrada es gratuita) ahora con las vacaciones y si estáis por valencia seguro encontráis un día para visitarlo y después me lo contáis.
Sino os queréis complicar mucho la vida, y tenéis que cambiar la tela del abanico, una idea seria despegar la tela que ya viene en el abanico, planchar y usar esa misma tela como plantilla en una nueva tela que os guste, por ejemplo de lino y después pegarlo a las varillas.
El último abanico que he modificado a mi gusto, ha sido uno de madera de color rojo tierra y le he querido dar un toque de contraste con una puntilla blanca que he cosido en el borde, ha quedado muy bonito, y como veis no lleva mucho trabajo.
No se porque, pero este verano me ha dado por las puntillas ¡ le pondría puntilla a todo !.
El abanico más bonito que tengo es el que me regaló la madre de mi marido cuando me case, tiene ya muchos años y prácticamente no lo uso por miedo a estropearlo, esta pintado a mano y la puntilla muy fina va pegada a la varilla haciendo un dibujo en ola precioso.
Os pongo la foto, ¿qué os parece?
Soy alguacil de las damas
y ministro singular
de varas ando cargado
sin prender, ni castigar
(Adivinanza popular)
Disfrutad de las vacaciones y hasta el siguiente post !!!
