Hola a tod@s ¿qué tal fue Halloween? a mi me encanta tener cualquier excusa para decorar la casa y hacer diferente tipo de manualidades, este año nuestro pasillo ha sido invadido por arañas y murciélagos que hemos realizado en cartulina negra, también compramos tela de araña que pusimos por las paredes y techos y organizamos una merienda para mis hijos y sus amigos, fue la mar de divertido, todos disfrazados.
Una vez pasado todo he estado reflexionando sobre la importancia de celebrar estos días y el porque a los niños les atrae tanto disfrazarse de monstruos, brujas, fantasmas,.. y todo aquello que en verdad les asusta.
El miedo es una reacción fisiológica diseñada por la evolución para eludir situaciones de peligro, inmediato o potencial. Muchos niños y no tan niños expresamos temor ante situaciones cotidianas concretas (ir a dormir, quedarse a oscuras, quedarse sol@, ir a la escuela…).
¿Cómo evolucionan los miedos?
Primera infancia (6 meses a 2 años): los expertos consideran que un bebé no expresa miedo propiamente hasta los seis meses. Pueden temerle a los desconocidos e incluso sentir ansiedad ante la ausencia de los padres, pero en general estos miedos son positivos y pueden indicar, incluso, una cierta madurez.
Etapa preescolar (2 a 6 años): los miedos infantiles evolucionan, ya que hay más estímulos que puedan provocarlos. Pueden entrar en escena estímulos imaginarios y los miedos pueden hacerse algo más abstractos (fantasmas, monstruos, etc.). El miedo a los animales se desarrolla en esta etapa, y puede perdurar como fobia hasta la madurez.
Etapa escolar (de 7 a 11 años): los miedos comienzan a ser menos imaginarios y más basados en la realidad. Puede aparecer el miedo a daños físicos, a los accidentes, a los tratamientos médicos, etc. Ocasionalmente pueden empezar a manifestarse el miedo a cosas como no adaptarse socialmente al entorno o a que los padres se separen,...
Preadolescencia (12 a 14 años): hay una reducción de los miedos anteriores y en lugar de ellos, toman importancia los relacionados con el fracaso escolar o con el no ser aceptado por otros compañeros.
Adolescencia (15 a 18 años): siguen un poco la línea de la etapa anterior, aunque cobran fuerza las preocupaciones por las relaciones personales, y por los logros académicos y deportivos. En cambio, los temores a cosas como el peligro o la muerte que se hayan podido experimentar anteriormente se van diluyendo poco a poco.
Adultos: Algunos de los miedos iniciados en la infancia o adolescencia pueden perdurar, como el miedo algunos animales concretos ( perros, gatos, reptiles, arañas..) a situaciones de soledad, de oscuridad, silencio...
Mientras pensaba en los diferentes tipos de miedo se me
Método para hacerle frente al miedo
Una técnica muy útil es utilizar el DIBUJO, pedir a los niños que dibujen aquello que les asusta.
Una vez que lo han dibujado el miedo ya no está dentro de él. Al dibujarlo lo que ha hecho es proyectar su miedo en el dibujo. Le explicaremos al niño que el miedo que sentía está ahora en el dibujo y que ya ha salido de él después lo pasaremos a la tela calcandolos en papel de fiselina de doble cara o también mandando a una empresa especializada que nos lo impriman en tela
Una vez tenemos los dibujos podemos realizar la manta que no tiene porque ser muy grande en mi caso mide 100 cm x 150cm más los márgenes de costura.
En primer lugar cosemos los diferentes bloques de tela de diferentes tamaños o bien todos iguales, y posteriormente les cosemos en forma de aplique los dibujos, yo he utilizado diferentes puntos en los diferentes apliques: punto festón, a punto escondido y pespunte
Si optáis por pedir una impresión ya en tela los podéis pedir en la medida que queráis para después coser, pero teniendo en cuenta de añadirles 0,5 mas de margen de costura o directamente pedir la manta hecha como en la imagen (esta opción para l@s que no os gusta demasiado coser o no tenéis tiempo)
Tras dibujarlo le podemos enseñar al niño a recuperar su seguridad y su poder. Le propondremos diferentes acciones para que él escoja lo que desea hacer: que juegue, la estruje,...
Una vez que ya lo tenemos plasmado en la mantita es el momento de JUGAR con ellos, realizar diferentes juegos donde el niño pueda manipular la manta a su antojo y también sus miedos. Recordar que para los niños el juego es la base del aprendizaje y el modo en que ellos expresan y se enfrentan al mundo.
Con estas acciones el niño siente que recupera poder sobre él mismo y recobra así un poquito de seguridad, aunque sea por unos pocos momentos... Pero suficiente para que vea que cuando se siente mal, él puede hacer algo para sentirse mejor, y así gestionar sus emociones.
Algunos ideas de juegos con la manta serian:
- Contar cuentos debajo de la manta juntos, nosotros se los podemos contar pero tambien ellos nos lo pueden contar a nosotros
- Adivinar un objeto escondido debajo de la manta, mediante el tacto, preguntas de si o no,...
- Remar en un bote, la manta seria el bote y ellos remarian con sus brazos
- Jugar a fantasmas, bien nos disfrazamos nosotros o ellos con la manta y jugamos a dar un susto
- Dar volteretas sobre la manta,¡a que niño no le gusta lo de las volteretas!
- Usar la manta para remolcar o como hamaca
- Hacer un campamento colocando la manta sobre una sillas, entre sofás,..
- Meter la manta entre sus ropas para que aumente su volumen y ponerle diferentes retos como ponerse los zapatos, ir a la pata coja,.. Lo que suele ser muy divertido sobre todo si lo hacen varios hermanos a la vez
- Mover pelotas de diferente tamaño con la mantita, mantearlas,..
Son estrategias educativas que le ayudarán a ir conociendo sus miedos, a ir regulando su intensidad, a saber que él puede gestionar sus miedos y al ir practicando durante la infancia será una buena base para su vida adolescente y adulta. Eso sí, siempre necesitará tu apoyo y seguirá reclamando que estés cerca de él cuando tiene miedo, sobre todo si es menor de 6 años. Este recurso irá haciendo efecto con su uso conforme el niño vaya creciendo y con tu amor.
No es feliz quien no tiene miedo, sino quien sabe cómo expresarlo y gestionarlo sin que le bloquee, o le dañe interiormente, o dañe a los demás. Esta estretegia se puede usar tantas veces como sea necesario y sin límite de edad, incluso en adultos es una herramienta útil. Y recuerda que es un aprendizaje de largo recorrido.
Como veis en la manta también he añadido una frase motivadora, podéis escribirla primero con rotulador especial para tela, de los que se borran con el calor de la plancha o bien con un trapito húmedo, y después coser con hilo de bordar a punto de pespunte por encima.
Una vez ya tenemos todos los apliques, es el momento de enguatar, para ello elegimos la tela trasera que más nos guste y entremedias añadimos la guata, lo fijamos con alfileres o con un hilván y con hilo resistente para enguatar cosemos, lo ideal es hacerlo a mano, pero sino también podemos hacerlo a máquina.
Una de mis frases favoritas es de Nelson Mandela:
"Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo"
Espero que os haya gustado el post a pesar de haberlo hecho un poquito extenso y recordar ser felices y conquistar vuestros miedos.
Hasta el próximo post
ENLACES QUE OS PUEDEN INTERESAR:
Que maravilla de manta. Además de lo bonita que es, está creada para vencer ese miedo que todos tenemos. Es muy original y seguro que los pekes se sienten seguros en la cama.
ResponderEliminarFeliz fin de semana... Besos,Paqui:)
Muchas gracias, me alegro que te guste. Besicos
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